En On Beat, Toxic de Nicole Obarzanek es ese soplo de aire fresco que nos recuerda por qué la música de los 2000s sigue teniendo un lugar especial en el corazón. Este tema no solo es un despliegue de energía y ritmo; es una experiencia que fluye como un chute de dopamina directo al cuerpo, imposible de ignorar.

La producción brilla con bajos funk que invitan a mover el cuerpo sin remedio, mientras la voz y la actitud de Nicole nos guían con una fuerza envolvente que mezcla baile y reflexión. Más allá de la fiesta, la letra y el video abordan con honestidad la crueldad del bullying, sin caer en excesos, dejando una enseñanza que se siente auténtica y necesaria.

Toxic es un trabajo vibrante, adictivo y lleno de alma, una de esas canciones que no solo escuchas, sino que sientes y bailas hasta desgastar las suelas. Sin duda, un imprescindible para cualquier playlist que busque combinar ritmo con mensaje.